"La mujer que amé se ha convertido
en fantasma.
Yo soy el lugar de las apariciones"           
                -J.J. Arreola

No es grato amar a un fantasma,
Ser un fantasma, burlarse de un fantasma.
En el lugar de las apariciones
Alguien golpea el aldabón del pecho
Y es como si el ruido de una piedra
Cayera en un hondo brocal.
No es grato portar una lámpara
Por los pasadizos del adentro,
Por el cuarto de trebejos
Que otros llaman recuerdo.
No es bueno ser desván de la memoria,
Una mansión que se hace polvo,
Que ya no es mansión sino fogata,
Que más que fogata es tenue lumbre,
Que ya no es leña sino ascuas
Y no es ceniza sino viento.
Una sombra sin mujer,
Un aroma de Nadie o roce o bruma
Tienen su lugar en estas ruinas.

                      –J.M. Roca